Una empresa inteligente es aquella que colabora activamente
con las demás, que no quiere buscar el éxito de manera egoísta explotando negativamente sus recursos humanos, tecnológicos, metodológicos o estructurales; no agrede el entorno que le rodea y respeta los códigos sociales; salvaguarda los principios empresariales como pilares fundamentales y dispone de cultura empresarial y metodología estratégica - contextual clara.
Aquellos proyectos que buscan rendimiento empresarial, pero siempre entendiendo que una empresa genera un impacto socio - profesional clave y una impronta que influencia en el desarrollo e identidad de la comunidad a la que se dirige.